La vista hace el lugar
Una constante en mis viajes es vivir nuevas experiencias, conectarte con ellas y mostrarte el mundo que acaba de abrirse ante mis ojos… Pero también soy esa clase de viajero que baja la velocidad, disfruta sentir el aire chocando con su rostro y de los placeres simples de la vida; por eso cuando busco una desintoxicación del mundo digital, un escape entre notificación y notificación tengo dos constantes: un destino donde pueda estar en contacto con la naturaleza y la señal sea nula o casi nula, así es como llegué a las cabañas El Divisadero.

Experiencia
Encontré ‘El divisadero’ en medio de un viaje de desconexión. Lejos de la ciudad, del paisaje urbano concedí a mi cuerpo y alma el alivio de estar en medio de un ambiente lleno de paz, rodeado de un silencio que te permite escuchar como respiras lentamente. Fue un match automático, mi ser interior se conectó con el lugar.
Estas cabañas se ubican muy cerca de Xalapa, en el pueblo de Jalcomulco. Su terreno es envidiable, al colocarse en la cima de un barranco, con caída libre al río ‘Los pescados’, te regalan una de las vistas más increíbles donde el color ocre empaña el horizonte.

Las cabañas ‘El Divisadero’, son construcciones ecológicas que se proveen de luz a través de paneles solares, así que no esperes una excelente energía para tus aparatos electrónicos, será mejor que los dejes en casa o te olvides por completo de ellos.
Las cabañas están fabricadas a base de barro, junto con otros materiales que la madre naturaleza ha provisto, es por ello que tienen la característica de ser termoclimáticas, son resistentes a los cambios climáticos conservando una temperatura fresca en su interior.
El lugar es custodiado por dos gatos que se pasean entre cabañas, árboles de mango y flores, mismas que puedes encontrar en las paredes de las habitaciones formadas con botellas de cristal, al refractar con la luz del sol, los cristales proyectan la forma de las flores con los destellos que se cuelan por el lugar y llenan de color las paredes.

Destino
El Divisadero cuenta con un mirador principal, que simula una sala de estar localizada en lo alto, puedes subir por la tarde a disfrutar de la vista. Mi recomendación es que evites ir con niños al lugar, ya que los barandales que dividen el lugar del vacío sólo son unos palos de madera.
Por otra parte, las habitaciones son muy austeras, cuentan con una cama principal, una maca, mesa y sillas para desayunar ¿y por qué no?, hasta tener una cita romántica. Tienen regadera y unas pequeñas luces led que alumbrarán tu camino caída la noche. Tres de las cabañas cuentan con balcón con vista al barranco y al pueblo de Jalcomulco.
El lugar no es idóneo para un viaje en familia, pero vale la pena por la vista, por el arrullo que produce el sonido de río y la desconexión total que puedes vivir, ¿el confort? Ese puedes dejarlo para después, más allá de la comodidad este lugar es un espacio ideal para los viajeros, o parejas, que buscan un momento de absoluta tranquilidad.
No se cuenta con un restaurante, mi recomendación es que lleves tus alimentos y al ingresar solicites que te presten una nevera para guardar tus víveres. En el sitio puedes encontrar una pequeña alberca construida de piedras, para hacer uso de ella debes avisar a la administración. También puedes pasar el tiempo con los juegos de mesa que se cuentan.


Recomendación: llevar repelente, agua y snacks ¡Ah! Casi lo olvidaba, también lleva hielo por si te gusta las cosas frías.
Estancia
Las cabañas tienen una capacidad de dos a 12 personas. El check in es a las 3:00 p.m. y check out a las 12:00 del día.
¿Es pet friendly?
Sí, admite perros
¿Qué actividades podría realizar?
El hotel ofrece servicios de spa, temazcal y yoga con previa reservación. Podrás contratar diferentes actividades en Jalcomulco desde raffting, cañonismo, senderismo, etc.
¿Cómo llego?
